sábado, 9 de julio de 2011

cara


Bill Brendt


soy

los pies que disturban
la capa de agua que separa la nube y la arena,
ésa que sirve de reflejo a ambas
la impermeabilidad que evita que se toquen,
ésa humedad fría y escurridiza

soy

el bisturí que abre la piel
que une el contenido con el continente
que presenta microorganismos
que rasga sin anestesia

soy

el precio
impagable


14 comentarios:

Tot Barcelona dijo...

Cuidado con los precios impagables, a veces los costos se hacen insufribles...

TORO SALVAJE dijo...

Somos tan caros que al final nadie nos compra.

Y nos quedamos en el escaparate.

Besos.

Noelia Palma dijo...

porque lo verdadero es incalculable, nena!!

Larisa dijo...

Tierra llamando a microorganismos: abandonen esa piel, diríjanse a Honduras. Corto y cambio.

La nube, la arena. Ay, sister, qué falta y qué poco parné.

Snif.

Darío dijo...

Vos sabés que no me quedaba ninguna duda? Sos la oveja negra y la isla en discusión. Como dijo el señor: "Vine a trae la guerra y no la paz". Hablaba de Lechuga, claro. Tu poema, corta.

Tracy dijo...

Pásate mañana por mi blog que te dejaréun regalito.

Pluma Roja dijo...

Buen cierre mi querida Áuryn.

Besos.

guille dijo...

Que cierto.

Somos un precio impagable... que deseamos que alguien pague.

Maritza dijo...

Sin perder tu estilo,Elena, tengo que decir que estos últimos textos publicados me encantan.

Felicidades para tu vida.
Abrazos.

leamsi dijo...

a veces, muchas veces, das miedo...
besos

Doctora Anchoa dijo...

¿Fría? De eso nada de nada, más bien al revés. Impagable, fijo.

JuanRa Diablo dijo...

Tu sabrás lo que eres.

Yo te estoy reclasificando por cinquagésima vez. :p

Leo Mercado dijo...

Qué suerte! Cuantas cosas te quedan por no ser...

Mae Wom dijo...

Lo opuesto a la "cruz" de la moneda.