miércoles, 31 de agosto de 2011

Ya. No.


Lechuga


Ya no sueño.
Ni escribo.
Ya no me siento en los poyetes de las ventanas a esperar que algo pase.
Ni como mantecaos en verano.
Ya no paso contigo domingos eternos que parecían la sala de espera del infierno.
Y cuando llegué, tampoco hacía tanto calor.

Ya no me pierdo porque olvidé cómo me encuentro.
No me busco en las caras del bar. Ni en los espejos de las tiendas.
Ya estoy mayor.  Mi mirada ha cambiado. Ahora es la de la otra.
Ya no hay dinero.
Ni cuentas compartidas.
Ya no hay yo.
Ni tú.
Ya.
No.



lunes, 29 de agosto de 2011

perspectiva


Andrew Salgado




La perspectiva no está equivocada.
Siempre es la mirada la que se tuerce.



jueves, 25 de agosto de 2011

domingos al sol


Van Gogh




tu voz vuela por mis venas
arrasando toda palabrería

con cada latido acelerado
te expandes sin cura posible
despertando mi sangre

eres tú
y no sé llamarte





miércoles, 24 de agosto de 2011

unfaced


Erika Kuhn


esta tristeza a la que no sé poner nombre
me está robando la cara



sábado, 20 de agosto de 2011

Oblondea

Si amontono mis razones en pilas ordenadas, se me resbala la imparidad de todos los comienzos y pierdo simetría. La cojera que persiste entonces hace que caiga en un charco en el que cada molécula de agua es una historia en sí misma sin unión con las que le rodean.

Si salto de gota en gota acabo cayendo en algún vaxio entre aguas, buscando un hilo conductor electrificado que sirva como desfibrilador en caso de parada. Entonces es cuando se hace evidente que para éso hace falta corazón. Y todo los órganos vivos tienen un tiempo de permanencia y fecha de caducidad.

Si me arrojo me caigo.
Si me paro ya estoy en el suelo.
Si me tumbo me pierdo contando pintura que no acaba ni empieza en um techo que se extiende por encima de mi cabeza por más que corra, delimitando por arriba y por abajo;obligándome a extenderme en un ancho que marea sin pared que pare en una esferidad oblondea.

Si me guardo en un puño, puedo caerme si tropiezo y hacerme añicos como un vaso recién comprado. O rebotar hasta encontrarme con la que era antes de rasgarme. Por eso rompo los espejos con miradas de amor infinito. Para que choquen quebrándose en rayos de luz opaca ilimitada.

Si soy dejo de ser.
Si dejo de ser, soy.
Si ser soy,
soy siendo.

martes, 16 de agosto de 2011

transiciones


Sophie van de Perre


Es de noche, otra vez.


Y mañana será otra vez de día.


Yo no sé en qué momento se producen las transiciones.


Yo sólo llevo su cuenta en la pared de mi muslo derecho.





lunes, 15 de agosto de 2011

años


Lyna Scheynius
 a Susan,
¿podría ser de otra forma? 




te ves meciéndote en una levedad que asusta, porque al menor soplo que salga de tu boca puedes salir volando
     hacia otro hilo
     hacia otro silencio
     otro oscuro

te ves sentada en el filo de la azotea de tu abuelo, con el cielo a tus pies y el mundo en tu cabeza, y te rompes en dos mitades que se imantan al contrario
   dónde están mis manos
   dónde está mi frente
   dónde estoy

te pierdes en el pasillo de las parcas y encuentras a Medusa al fondo tejiendo sin dejar de escribir en una lana que se quiebra al tacto, y cuando levantas la mirada no puedes evitar ver
   la luz en el espejo
   el reflejo en el cristalino
   la dualidad tripartita

y pasas por un tiempo
que empieza y acaba
sin dejar de ser


sábado, 13 de agosto de 2011

marea

Santiago Gamero


Cuado la marea sube
se me rompen las piedras en el pecho.
Intento reunir la arena molida

y la seco con mi aliento
y la moldeo con las manos
y la duermo en mis sueños

pero no vivo en mi cuerpo

porque la sangre no se apaga con agua
la sed no se calma con tierra
las palabras no se ahogan con silencio

no se puede matar
lo que está vivo


jueves, 11 de agosto de 2011

Recetario

Erika Kuhn
 


sostener la frente con las dos manos
para que el vacío no se derrame
arrasándolo todo




miércoles, 10 de agosto de 2011

apazeros


Goya


contra la paz arremeto,
ese hastío vacío de ganas
complaciente de estómagos llenos y manos vacías

contra esa paz
de ojos cerrados, de paloma infantil,
de identidad aguada

contra vuestra paz,
que es el telón de una sangría mucho más terrible
que cualquier genocidio publicitado




domingo, 7 de agosto de 2011

voces trituradas


Thomas Jorion


marco tu número
en el agua del lavabo;
responden ecos
de voces trituradas
que se centrifugan
en un agujero
que debería ser oscuro,
porque es mejor no ver
lo que no se puede pensar

mis dientes se clavan
en la lengua que deletrea
el nombre que no sé

mis dedos se hincan
en los huesos de unas caderas
contrahechas

tus pestañas
rasan mi mejilla huesuda
afilada por los correteos de las ratas

sus quejidos
lamen mi cerebro
corrupto

Descuelgo el grifo.
Y no hay tono de llamada.





jueves, 4 de agosto de 2011

helá


Logan White
 

mi nombre es demasiado grande
es cuadrado
y tiene ángulos obtusos en un vértice y agudos en otro

tu no estar se ha instalado en mi espalda;
a la altura de la cintura
y duele hasta rabiar clavado en la madera de los huesos
sin rotos que coser de noche
sin días que imaginar de tarde

cuatro puntos.
uno en cada comisura del oído aprietan atornillando la visión de mi boca

llamo
en esta noche de calor
como la que se describiría en cualquier poema

no es sólo en los poros de las piedras
donde el sol se esconde esperando

ando de tu mano el camino del olvido
para no sentirme sola cuando caiga 
                                  el polvo de los árboles

ando el olvido fatigándome de tu voz
mutante de sueño y falta de rotos arrancados

helá te has quedao, canija

 

martes, 2 de agosto de 2011

casi


Agnes Thor


Casi te regalo mi desnudez más desprovista.
Ya me había quitado los guantes de verdades satinadas por una pátina resbaladiza al sostener tus tristezas.

Y qué importa si hablo de manos llenas,
de pies descalzos
o de dedos inquietos

qué importa si digo la palabra soledad,
si digo amor
si digo tu nombre

y qué importa el mío
o la colmena
o la abeja

que importa
si

y me siento en la acera llena de polvo negro, del que ensucia
las manchas de los vestidos de viernes noche,
miro las bocas entre paréntesis para poder leer la aclaración:
sálvame de mi vida

y mientras
el tintineo de las pulseras de bailarinas poseídas por el deseo de generar lujuria grita.


y ya he perdido otra vez la voz debajo de la mesa


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