lunes, 24 de mayo de 2010

2 de Mayo

Nadie sabe lo que siente ni lo que piensa nadie. A lo mejor eso quiere decir que todas las relaciones son ficticias, y que sólo nos relacionamos con nosotros mismos. Cuando alguien te habla, piensas que está diciendo lo que dice por algún motivo; a veces piensas que ni él lo sabe, otras que sí y que está enmascarando. Es desconfianza, o miedo, o quizás sólo yo lo veo así y hay gente que no se plantea nada más allá. Que sólo hay esas palabras que esa persona dice en ese momento, y que no hay más pensamiento ni emoción ni sentimiento que lo enrevese todo. Ninguna de las dos actitudes dice mucho a favor de los poseedores de ellas. O estás proyectando no se sabe qué, o deshumanizas al interlocutor. Qué gran esperanza para la Humanidad. A lo mejor venimos a conocernos a nosotros mismos, como dice la filosofía oriental; por eso nos relacionamos siempre con nuestra imagen especular. Pero si es eso; ¿cómo vives sabiendo que no hay contacto entre dos almas? Quizás todo es una suma de imágenes, como un sueño, y no hay mucas almas. O puede ser que sí, como las religiones tradicionales o Platón han dicho hasta perder la voz, hasta hacer que la gente muera o mate por convencernos a todos. Y hay muchas personas engañándose; viviendo una vida prestada, la que resulta de intentar conjugar lo que esa ser humano cree que es con los mensajes que recibe de lo que debe ser. Y entonces se enamora, o quiere a alguien, o lo que sea. Y proyecta a lo bestia. O hay un preconocimiento de ese otro ser humano, y se saben de repente cosas. Y algunas son ciertas, porque dicen los expertos que no hay telepatía sólo porque no utilizamos todo nuestro cerebro. ¿Y cómo saben cuánto usa mi vecino del quinto, que siempre sabe a qué hora voy a llegar y me quita el aparcamiento? Digo yo, vaya. Y eso sí que sería comunicación a mansalva. Pa cagarse vamos. Que no miro a los ojos ni al Tato quillo. Porque esa es otra. Hay que ver lo inteligentes que parece todo aquel que tiene un mínimo de capacidad de observación y se para a mirar a la gente. La de conclusiones que saca de la infancia, las ideas políticas, la comida que come... Y me pregunto; ¿eso es que son inteligentes o raritos? Porque todo el mundo no lo hace. O a lo mejor esque la gente inteligente siempre es rarita. Porque estar en una discoteca (o en un pub; que queda más chic) y verte al tipo de turno “observando” y hablando de Bergman a todo aquel que se le acerca.


He envejecido demasiado rápido. O nací vieja. Mis huesos no corresponden con mi edad, ni mis articulaciones. Mi cerebro no funciona como debiera casi nunca. No me acuerdo de los nombres. Ni de las caras. Mi amiga dice que eso es narcisismo, y será, pero se que hay una estructura que debe “soportar” esos conocimientos que en mí se desploma a veces, y si veo a varias personas a la vez y asocio dos por el motivo que sea; por muy diferentes que sean, para mí son la misma. Y otras veces mi cerebro se enfada. Bueno, a lo mejor eso es una antropomorfización. A veces mi cerebro descarga violenta no se sabe qué. Neurotransmisores desbocados que hacen que pierda los cables que sujetan mi cuerpo jorobado y lo mantienen erguido. Y por un momento escapo a la realidad, que mira que es puta cuando quiere. Y cuando no tambien. Y mis ojos se vuelven para adentro y ven lo que hay de verdad. Hasta ahora siempre he visto algo que podía hacer fuera todavía, para enmendarme. Pero vendrá un día en el que verán que ya no hay nada que hacer, y no me mojaré ni el pantalón ni la falda ni el vestido, y si lo hago ya no me importará porque no notaré la humedad que me despierta, ni volveré a sentir como el estar viva es tener un dolor constante en el cuerpo, porque no somos conscientes, pero siempre duele algo, eso es tener un cuerpo. Sólo cuando recuperamos la conciencia, y no es después de ponerte hasta el culo de drogas que aún hacen efecto, es cuando notas ese daño constante que a veces se hace intolerable. Hasta que el cerebro se enfada de soportarlo. Y vuelve a desconectarse de lo que hay. O no hay nada.

1 comentario:

pseudosocióloga dijo...

¿Cuántos años tienes?¿Patologías diagnosticadas?.....Aunque si quisieras contarlo ya lo habrías hecho, en fin, la curiosidad que me pierde.