viernes, 25 de junio de 2010

  • Lo inevitable es cuando no puedes hacer algo por evitar lo. Cuando ya lo sabes. Y lo sientes. Cuando lo has cogido, lo has hecho pedacitos junto con una cebolla que te ha hecho llorar de rabia y lo has mezclado con sal en un sofrito que ha empezado a quemarse. Lo has apartado, le has puesto la carne que se ha quedado cruda y lo has emplatao al lado de un Protos. Y como tiene demasiado cuerpo, le has puesto Fanta de naranja. Zero, por supuesto. Como la revista gay. Y no has podido dejar de comer del plato, porque así es lo inevitable, algo en lo que llegas hasta el final aunque no te quepa más; ni la puntita. Sabes que la digestión va a ser pesada. Que vas a tener fatiguitas, como en las coplas. Y que luego va a venir la cantinela de la culpa, y el autoreproche que siempre viene con retraso, como la regla. Pero ahí está... Lo Inevitable. Tú le miras, él te mira, suena la canción del webstern... y te lo zampas. Porque tú eres así. Y porque tú lo vales, aunque uses Dove y no Pantene porque tiene 1/4 de crema hidratante. Y sabe Dios que te hace falta la hidratación extra, que si no el plato no cabe ni con calzador. Pero te recuestas en el sofá y dices ¡qué coño! yo repito. Y ahí va otro. Y otro más. Lo inevitable. Su puta madre.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo inevitable a veces se convierte en evitable, como lo imprescindible en prescindible; lo inhumano en humano y lo in erte en algo lleno de maravillosa vida. Lo verdaderamente importante es estar ahi, para lo bueno y para lo malo, y si, que coño!!!..... Por que no!!!!!!

Anónimo dijo...

Mi ignorancia a veces me juega estas putaditas...uff me parece estar hablando con mi analista.El problema es cuando no sabes dónde es ahí y quién es la que está...me están entrando unas ganas de comer salchichón, a la vez que de salir a comprar muchas cosas con ese dinero que no tengo y de darle una patada en los huevos al último tipo que me hizo una entrevista de trabajo y de matar a Fellini, otra vez, por las escenas que explican lo femenino y lo masculino tan finamente y de ser un tío para poder decirle, sabiendo que tiene razón, ¡a tí lo que te hace falta es un buen polvito¡
y Hamlet me diría...aquí lo único inevitable es que Fellini ya está muerto...pero tu y yo sabemos que lo verdaderamente inevitable es que le voy a hacer un cola cao con la barbilla tocando el suelo y los ojos desorbitaos, helá me he quedao canija, mientras pienso en que otros nueve años sin cebollon y sin nadie que me llame princesa agarrandome de la cintura...acabarían conmigo, con um migo que no distingo muy bien más que cuando me sale, unos segundos, de la tumbada en pelotas en casa de mis padres.

Ayer te vi marcharte como si tu solita te fueras al matadero, me sentí como una madre que se asusta cada vez que su hija sale a la calle, esperando que haga las cosas mejor que ella y acojonada por el daño que pueden hacerle...fitetú..qué cosas.

Elena dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
pseudosocióloga dijo...

Pues sí, es así, tal cual.