Klimt |
Hoy lo llevaba todo al abrir la puerta:
Las llaves por si vuelvo.
El móvil por si me llamas.
Los papeles repletos de palabras que decir.
El boli por si me piensan.
Voy peinada y me he lavado la cara.
Puedo cerrar.
Y bajando las escaleras,
un puñetazo en el estómago me ha vuelto a dejar sin aire.
Dónde me he olvidado esta vez.
11 comentarios:
La vida tantas veces nos da ese famoso glope en el estómago,del que tendremos que salir en algún momento, quedándonos quietos, tomando aire lentamente , encontrando el propio ritmo de respiración, ymientras sorteamos en nuestra mente la mejor manera de hacerlo.
Qué bueno es volver a leerte,mujer.
(Klimt: excelente compañía).
Te mando un abrazo enorme.
A veces es mejor salir a la aventura, y llevar un par de dosis de aire extras.
Yo hace mucho que ya no me recuerdo…
(Me encanta esta entrada, que lo sepa usted)
Ciertos golpes que nos devuelven al anonimato...
¡ Caramba ¡...
salir a buscarse
sin proponérselo.
(cerrar e irse a tientas)
No creo que te hayas olvidado. Eso es que eres despistada y te has distraído en el ímpetu de tus primeras intenciones.
Mírate, ahí estás, en el recibidor, junto a los guantes.
Siempre que te pregunto,
que cuando, como y donde,
tu siempre me respondes;
quizas, quizas, quizas.
:P
¡ Qué bueno es este poema!
Un abrazo, Elena.
Donde te has olvidado...
Entonces retorna esa súplica de bosque, esa íntima búsqueda de no reventarnos al caer...
Habría que dejar atrás el corazón, pero no podemos.
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