Rimel Neffati |
huecos cosidos tapando desvanes repletos
que entretejen la desazón de estar
cuando siendo es una incógnita inocua
una mano tapa la otra
y cada ojo se superpone
- dentro, fuera -
cuando el negativo es la misma realidad
sin piel
y la piel es la enemiga de sí misma
cuando
las manos leen el braille de los años
y siempre es más
que todas las veces
3 comentarios:
Tras un tiempo de silencio sobre el que sería de horrendo gusto conjeturar fuera del teatro interior en el que cada cual apaga o infunde brillo a los otros, regresas por la puerta grande del jeroglífico.
Para mí, que soy incorregiblemente prosaico incluso cuando rapto alguna musa a la invidencia, estas enredaderas de significado refulgen como vértices de flechas incendiarias.
Mi más redondo respeto.
Una mano tapa la otra....una mano acaricia a la otra...
El braile de los años, los incorregibles. Aquellos invisibles que son viento en la vida, y uno ni siquiera giró a mirar. Me encantó.
Publicar un comentario