el quejido que se esconde en un puño
repta hasta la segunda garganta agazapada en la espera
del sueño que se deja escurrir por ese espejocabecera
el armadillo que trepa paredes y techos con la agilidad de una rata sabia
aguarda tras el reflejo que está fuera de plano
y el hombre cabra blanco se columpia en la rama del árbol
que serviría de refugio cuando sus cuernos embistiesen
no sé por qué me empeño en correr
si el final no persigue,
espera al fondo
26 comentarios:
Elenaaaaaaaaaa......
primero, la obra tiene mucho estudio sobre el color, o al menos eso es lo que percibo...
además, tiene eso de:dejo la puerta abierta para nadie, ni siquiera para mí, porque al fondo se ve oscuro, y ya de este lado tengo suficiente...
pero ir al fondo no es estar de este lado? (todo eso la obra)
ahora la poesía:
no tiene refugio, y no sé donde esconderme ahora....
Interesantes versos, muy a tu estilo.
Sobre todo los tres finales, tremendos.
Abrazo.
"no sé por qué me empeño en correr
si el final no persigue, espera al fondo"
Es tan bueno que te lo robo.
Correr no sirve de nada.
De verdad.
Besos.
¿Y no será que quieres llegar pronto al final?
Besos
corremos hacia él,
de frente o de espaldas.
no sé
Impresionante. Te invita a leerlo con furia, casi chocando los dientes. Desde el quejido hasta la huida.
Pues que ese fondo esté muy lejos.
O tan cercano que no seamos capaces de verlo.
"no sé por qué me empeño en correr
si el final no persigue,
espera al fondo"
buenísimo elena!
PARA QUÉ TANTAS ARMAS, SI SE ES COBARDE. SIEMPRE ES UN ENCANTO LEERLA.
BESOS
No corras Áuryn. Mejor quedarse quieta.
Besos :)
Espera al fondo, y ya caminamos hacia él...
Saludos y buen sábado.
Estoy de acuerdo, espera al fondo
Lechuga, con ese nombre y esos versos, me temo que no te queda otra opción que joderte y ser así: única, especial, irrepetible... rara.
Viva lo inusual, Jelen.
Mi hermana está pintando elefantes que se creen leopardos, leones que se creen serpientes, y una pobre vaca que alucina ser tigre de Bengala...
Yo me quedo con ese quejido que se esconde en un puño...me dice más cosas que el segundo párrafo que me extravía, y el último que es hermoso pero trágico. Prefiero el primero, sí...el primero...
ABRAZOS GRANDES.
Es cierto, no hay que correr porque el final siempre espera.
Hermoso!
besos
En ocasiones, leyendo tus poemas, me siento como un niño de 5 años leyendo El Quijote, no me entero de nada.
Saludos.
Esta.
Esta.
Esta.
De todas las versiones de vos, me quedo con esta. Definitivamente.
Sucede que no todos tenemos buenos pies... Gracias por leerme, y gracias por dejarte leer. Un abrazo desde aquí, que hay frío.
Me impactó la segunda garganta; la imaginé también ahogándose en esa carrera sin final porque el final es el principio.
Muy buen texto, Elena.
(Saludos Laura!)
Elena: Tu poesía felizmente logra remontar lo pedestre y común. Eres original. Me gustas, amiga.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank Ruffino.
Pues mejor date un paseo y no corras, que total te estarán esperando.
A veces la gente tiene una desesperación encima como si algo o alguien las estuviese persiguiendo. Me gusta esas imágenes tenebrosas como de mounstruos mitólogicos o algo parecido.
La última frase es digna de enmarcar. Espero recordarla cuando me entre la prisa inútil.
Te dejo un beso Elena.
Muy acertado eso de que el final espera al fondo. Acecha paciente, somos nosotros los que nos precipitamos a él mientras huímos de nosotros mismos.
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