En el centro de la fusión corpuscular
de sueños que no tienen fin
por un ciclo de repetción infinita,
se desparrama en una medida exacta
-fanega de laureles-
un líquido espeso
como petróleo candente,
fósil vivo
de rojo pálido
por la pérdida de suero
Encuentros
(saludos -holaadiós-)
tasados
en el roce que simulas casual
al dejar una copa
... qué mayores
para tanta tontería...
auguran rotos
en la camiseta
que ahuyenta el frío.
Después de tres vidas
en una de treinta luces sombrías,
me retuerzo en las últimas contracciones
de parirme
y sólo ahora
la pared tienen consistencia
sin tener que emparedarme
contra el armario
La niña de ocho años
se esconde detrás
de la adolescente
que sólo tolera
una caricia
de palabrería candente
y la anciana
que está de vuelta
no se limita a observar
ésta vez
desde la lejanía
de un balcón
bocabajo
25 comentarios:
Si en algún momento tus palabras y escritos se pudieran plasmar en un lienzo, el arte ganaría otra dimensión ... una pasada, un saludo bella Áuryn
Siento una fusión en mi, siento fragmentos (otra vez) que intentan comunión. Pero no hay. El niño intenta con riendas lo imposible.
¿En treinta la experiencia de tres vidas?
Mucho has corrido.
Me ha encantado lo de "... qué mayores
para tanta tontería..."
"Después de tres vidas
en una de treinta luces sombrías"
Hermoso querida Elena.
Abrazos desde Chile, que no para de sufrir.
Todo se concentra en ese cierre magnífico. Muy bueno.
fuerte abrazo para ti mi querida Áuryn.
Boca abajo me quedo yo cuando te leo.
Y desde ahí te aplaudo.
Besos.
La niña, la adolescente y la anciana... no creo que ninguna de las tres tenga la sangre pálida, más bien resplandeciente y vital. Nunca se es muy mayor para las tonterías, aunque tal vez hay que aprender a elegirlas.
Un abrazo.
"HOLAADIOS" made in AURYN.
Genial tu aportación al diccionario.
quedan muy bien reflejadas las 3 personas que llevamos dentro, al menos: la niña que se esconde en nuestra madurez, y la anciana que espera a la vuelta. Inquietante y cierto.
La experiencia de tres vidas y de todas las edades en una...Ojalá pudiéramos reunirlas siempre armónicamente.
Un abrazo.
Me ha encantado cómo has definido a la niña, la adolescente y la anciana. Lo que escribes llega.
Muy bueno el cierre del poema, lo redondea..
Un beso.
Me gusta la imagen de la viscosidad del petróleo/sangre.
Un besote
observar y perder
la vida
caricia por caricia.
Hola! gracias por comentar.
La verdad es que si, bueno... de vez en cuando me muevo con gps y hago ruta por comunidades y tengo varios reportajes para subir en un tiempo, pero mas ahora con el temporal y este frio se hace mas dificil.
Un saludo.
Muy bello poema, me gusta las imagenes que me hacen volar la imaginación.
Muchos saludos y nos leeremos pronto.
Elva*
Quien no tiene su Santo Grial no se tiene a sí mismo. Todavía.
Era la tercera vez que yo nacía. Sentí una contracción importante. No sé si alguien se comió la placenta.
A veces me siento niña, a veces adolescente, a veces demasiado vieja para amar o para ser amada.
En casa no tengo balcón. Sólo patio. Tengo que salir a la calle si quiero vistas.
Biquiños con abogado
Ese tinte de Loli convierte en naturales a las rubias de 'Gran Hormona'.
A Jorge Javier le duele la cabesha. Angelico mío.
Besos en publicidad
Cinco por ocho, cuarenta.
Te espero en la lechería,
chupame la camiseta
del lado de la rabadilla.
Adiós pejerrey sin cría
tu mama tiene tegobi,
por qué será que el pato
es enemigo del gato?
Baci
me retuerzo en las últimas contracciones
de parirme....
me reventaste, me dañaste... me diste contra la pared, y me devolviste a mi misma admirandote...
increible poesia, no tengo palabras...
un HONOR para mi, visitarte!!
Así es la vida, sí.
Poesía no fácil, pero dura, exacta.
Saludos.
Veo casi más de sangría que de sombría, pero algunas son curativas.
Espero que ésta lo sea
Besos
PD. Perdón por tardar tanto en volver. Ando reencontrándome
Un largo trabajo de parto, desde los primeros meses se peparaba el pujo para pelviano...
Muy buenas letras
Abrazos
SIAMÉS
Escarbo en mi voz palabras que me liberen
pero no logro huir de esto que soy,
existo porque otro me hace existir
y no puedo nombrarlo.
Soy yo quien le pertenece.
Cuánta de su ausencia llena la mía?
De sus ojos se descuelga la lluvia
que me distorsiona
y de cualquier manera esparce un amor inútil
por los baches de mi tiempo
—ebrio, sombrío, quebrantado—
y hace de mi corazón humo
agua
graznido solitario.
anuar.
parece que no queda otra que armarse y desarmarse siempre.
buenos textos.
saludos.
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