miércoles, 19 de enero de 2011

Coches locos

Montmartre


Mano izquierda en el volante.
Derecha en el cambio de dimensión acelerada.
Pie derecho a la carrera,
el izquierdo pisa la cabeza que se ha caído;
la luna delantera es una tela de araña a base de golpes;
la trasera velada por la niebla pegada.

Colillas de días sucios,
cigarros enteros de días gastados;
corazones chupachups a medio gastar
se mueven en el suelo a cada sacudida.

Letras de palabras deformes
grafitadas en una pintura arrugada.

Un faro tuerto;
la tapicería rasgada.

La vida huele a ambientador de pino.

39 comentarios:

Kim Bertran Canut dijo...

Abrazos afectuosos desde mi esquina austera, en días que llueven razones de ser

alfonso dijo...


· Miro, leo, disfruto...

· Saludos

CR & LMA
________________________________
·

Anónimo dijo...

Leo con la cabeza del revés. Un beso.

Doctora Anchoa dijo...

Jo, mira que en realidad sabemos perfectamente que el freno está ahí. Qué pena que casi nunca se nos ocurra pisarlo.

Darío dijo...

Es impresionante el vértigo del poema. Se siente como ir en un coche sin frenos, Ña Lechuga.

Emily dijo...

conducir cuando no se puede hacer más.

lichazul dijo...

pos desde mi perspectiva la vida huele mucho mejor desde otras veredas jajaja

me ha encantado el sarcásmo que le has dado a tu poema
Felicitaciones Elena

besitos de luz

Maritza dijo...

Abrazos grandes.

LuZe dijo...

A me suena a momento posterior
a una colisión o cataclismo.
A silencio total...
Al polvo depositándose
tras arrasar el camino.
Posiblemente huela a ambientador de pino.

Pluma Roja dijo...

Un poema bastante ágil, buena definición.

Me gustó montón.

Saludos y abrazos.

Ojosnegros dijo...

El coche no es buen lugar para el amor.
Besos.

guille dijo...

Casi puedo asegurar que hay olores mejores.

Cambia con la derecha y conducete con la izquierda hacia dias con posibilidades.

Y concedete el lujo de aprovecharlas.

Casi te puedo asegurar que hay olores que te arrebataran.

Gabriel Martínez dijo...

el final es cojonudo (y perdón por la simpleza)

un abrazo, áuryn

ladytacones dijo...

Uf, lo de la vida huele a ambientador de pino ha sido duro. Pero te felicito por la imagen, es potente y sacude.

Anónimo dijo...

Impresionantes imágenes y crudeza. Hasta creo que me plantearé sacarme el carnet de conducir.... a ver cuánto me duran las ganas... supongo que menos de lo que tardará el ambientador de pino en dejar de oler. Abrazos.

Javier dijo...

Me gusta que te rías de la vida con estilo.


Saludos.

Eduardo León dijo...

Pues asumo que huele bien.
Saludos, Edu
www.elblogcensurado.blogspot.com

Leo Mercado dijo...

A bajarse y tomar un micro, muchacha verde.
Abrazos.

Anónimo dijo...

DESCRIPCIÓN DE PELÍCULA.
UN ABRAZO

Larisa dijo...

Leí el título y pensé que hablabas de la Gran Vía de mi ciudad.

La vida huele a Slims mentolado. Al menos durante los últimos 46 minutos.

Me encomiendo a tu cerebro, my sister.

Te abrazo.

Tracy dijo...

Me gusta leerte aunque a veces digas cosas tannnnnn durassssssssss.

E * dijo...

Aunque muchos piensen diferente, me gustaría subir a ese coche...

Un beso o 2 !

TORO SALVAJE dijo...

... ambientador de oferta.

Besos.

Noelia Palma dijo...

Elena el final es terrible y a la vez alucinante.!

te abrazo, te admiro...

Horacio Holiveira dijo...

Dios, me pregunto de veras cuántas dimensiones (aceleradas) tendrá esta entrada. Se entreve la vida, las palabras, y un polvorín en montmatre.

Un saludo

- dijo...

No sé, Elena, abordo tus textos desde varias dimensiones, en cada una encuentro algo. La imagen de los cigarros como días gastados... pffff, me gustó mucho. Te abrazo enorme.

DANI dijo...

Este texto podría ser perfectamente una bonita canción. No conoces a nadie que pueda escribir unos acordes??

Besos bonitos

Natalia Astuácas dijo...

Vaya locura.
Y me río.
Que viva el laberinto de palabras, el delirio suelto al aire.

Un abrazo grande.
Cuidate mucho.

VolVoreta dijo...

Lo peor es que no tiene visos de cambiar...ni el aspecto, ni el olor.

Te dejo un beso, Elena.

Edmundo dijo...

Manejar sin rumbo: Carretera perdida.

Carlos dijo...

A pesar de todo, lo que cuenta es seguir avanzando.

Anónimo dijo...

Por lo pronot, huí del ambientador de pino, es una porquería.

A pesar de su densidad, me gustó mucho el poema.

Beso desde Argentina

Anónimo dijo...

Uy, a este post, solo le faltó música de fondo...Aceleraste al máximo ;)
Besito

Nómada planetario dijo...

Más de un coche anda tirando de esa manera. Esta mañana aparcaron un doble fila que me impedía salir, cuando avisé para que la señora lo retirara, no arrancaba, tuve que empujarlo con mujer y perro dentro para escapar de allí.
Saludos.

Nómada planetario dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Belén dijo...

Lo bueno de la vida es que, si quieres, puedes cambiar el olor del ambientador...

Besicos

Laura Caro Pardo dijo...

¿ Y si el olor a ambientador no es más que olor a nosotros mismos?
Un besazo, mujer filósofa.

Mae Wom dijo...

Me hace pensar en una imagen vibrante (literal, como cuando en las pelis dan saltos espacio-temporales) de una persona conduciendo que a la vez es una metáfora de una transformación personal (interior). No me hagas mucho caso. :P

ERNEST DESCALS dijo...

Hola, te agracederia pudieras poner el nombre del autor de la pintura con los coches en Montmarte. Mi nombre es Ernest Descals-Pintor.Muchas gracias.