No es mi dolor, es el suyo.
Proyecciones de mis trozos, que en mi -------;
En el otro no puede, me pierdo en el abismo.
Al tocar su dolor, mis defensas no sirven,
Lo suyo me desgarra; lo tuyo irrumpe.
La mojigatería del cristiano que enriquecer al otro,
El egoísmo, la envidia…el toque que a veces odio.
Es como una escalera de afilados cantos;
La subida es una bajada, una caída una costura----Si me asomo a tu sufrir me abandono.
Por eso doy tres pasos atrás y me refugio en la acción,
El reino de la culpa, al que presto gran devoción.
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